ORGANIZANDO LA ESPERANZA ENCUENTRO CON FRANCISCO EN ROMA.
«El Papa, ciertamente conmovido con el compromiso de rectores y rectoras, nos habló sobre diversos
temas como las migraciones, el cambio climático y la exclusión.»
Por HERNÁN ALEJANDRO OLANO GARCÍA
El pasado jueves 21 de septiembre, tuve la oportunidad de estar de frente a Su Santidad Francisco,
por segunda vez este año, en el encuentro “Organizando la esperanza”, que reunió a 216 rectoras y
rectores de universidades públicas y privadas de Latinoamérica y el caribe, para hablar de los retos
de la Casa Común y, en la cual, el Pontífice nos anticipó la promulgación el 4 de octubre, con
ocasión de la festividad de San Francisco de Así, de una nueva exhortación apostólica, Laudato
Deum, que actualiza el contenido de Laudato Si.
Por Colombia, los rectores de las oficiales que asistieron fueron: Las rectoras de la Universidad
Nacional de Colombia y de la Universidad de Nariño, así como la vicerrectora de la Universidad del
Valle y, los rectores de las universidades de Córdoba (Presidente del SUE), de Sucre y del Quindío;
por las no oficiales, la rectora de UniCorpas, el rector de la Universidad de América, la rectora de la
Universidad Reformada; la rectora de Coruniamericana de Barranquilla y, el rector de la Institución
Universitaria Colegios de Colombia UNICOC. Todo ello, gracias a la concertación de la agenda, Por parte de la Red de Universidades para el Cuidado de la Casa Común (Ruc) y la Pontificia Comisión para América Latina, los días 20 y 21 de septiembre en el Augustinianum, con la presencia de algunos prefectos y secretarios de Dicasterios de la Santa Sede.
En mi grupo de trabajo, se desarrolló el tema de la Crisis social: degradación social, inequidad y
debilidad de la reacción. Después de un día de deliberaciones grupales, al día siguiente se presentó
al Papa Francisco este texto:
“Estimado Santo Padre, en las últimas décadas se han degradado las condiciones de vida, tanto en
aspectos ambientales como sociales, generando: cultura del descarte; migraciones forzadas; e
incremento de la desigualdad. El trabajo ha perdido lugar como centro de la organización social
afectando a las juventudes hasta exponerlas al desempleo, la violencia y los consumos problemáticos.
En nuestra América Latina, la inequidad se hace evidente en la falta de acceso a los bienes básicos,
afectando más severamente a mujeres, pueblos originarios, personas afrodescendientes y personas
con capacidades diferentes. Esta situación responde a una injusta distribución internacional de la
riqueza, y a un modelo extractivista con fuerte saldo de pasivos ambientales. El empobrecimiento
también es cultural y se revierte desde un enfoque educativo centrado en la persona y en la
formación en valores. Allí docentes y trabajadores no docentes están llamados a ser protagonistas
junto a las juventudes, en un diálogo intergeneracional.
¿Cómo cree que se puede promover una formación universitaria que tenga como centro al
estudiante y al aprendizaje, a partir de valores humanistas y de diálogo fraterno? ¿Es posible
propiciar la creación de una red de juventudes latinoamericanas que a través de “la mejor política”
propongan soluciones, al tiempo que organicen la esperanza?”.
El Papa, ciertamente conmovido con el compromiso de rectores y rectoras, nos habló sobre diversos
temas como las migraciones, el cambio climático y la exclusión.