CARTA DE PRESENTACIÓN Y AGRADECIMIENTO

CARLOS EDUARDO HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ

Yo, CARLOS EDUARDO HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ, aprovecho este medio tecnológico para expresarte mis agradecimientos a mi petición solicitada, cual fue la de permitirme usar una columna en tan prestigioso Periódico. 

¿Cuál es mi propósito?: el de compartir la Palabra de Dios, es decir, la Santa Biblia, teniendo en cuenta soy un ministro de Jesucristo, Él como el máximo Pastor de pastores humanos, que por medio de Él recibo instrucción y revelación para compartir a la humanidad.

No predico una “religión”, porque existen muchas en este mundo caído y perverso. Predico es la Doctrina de Cristo, que es la que conduce a la persona por el camino para llegar a la vida eterna; por eso el Señor Jesús dice en el Evangelio de san Juan. 14: 6: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí”.  La Vida de Jesús se une a la persona, cuando nos arrepentimos de todo pecado, ante Dios, que, aunque no lo vemos, por fe sabemos que existe y perdona, es Omnipresente: está en todo lugar y al mismo tiempo, también es Omnisciente: lo sabe todo de nosotros, nada hay que le podamos ocultar, tarde que temprano todo sale a la luz. 

Entonces, mi estimado Julio, Dios, el eterno, nos ofrece ese “Puente” para pasar al otro lado. La liberación de la maldición del pecado viene del Creador por medio de la obra expiatoria de Su Hijo Jesucristo, quien camino al Calvario fue dejando Su Preciosa y Poderosa Sangre, terminando Su desangramiento en una cruz, y todo por amor a la humanidad, y para el que crea, como dijo el Señor Jesús al enviar a sus apóstoles a predicar: Marcos. 16: 15.16: “Vayan por todo el mundo y prediquen la buena noticia a todos. El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que se niegue a creer, será condenado”.Las Promesas de Dios son y amén, muy diferentes de las “promesas” de los politiqueros de turno. Todo el género humano desciende unos primeros padres: Adán y Eva, en parte tú conoces ese relato del libro de Génesis, sino que es para que sirva de introducción a tu vida ya la de los lectores, de lo que yo escribo y comparto, que se llama el Evangelio, que traduce “Buenas Nuevas” para Salvación; pero se exige un requisito: “Nacer de nuevo”, o “renacer” espiritualmente. De tarea leer: Juan. 3: 1 y ss. ¿Por qué así?: porque heredamos lo que se llama una naturaleza pecaminosa, que es la que impulsa al ser humano a cometer muchos errores, ofendiendo primero a Dios; por eso, la salvación está centrada en Cristo, no solo como medio de fe, sino porque Su mismo nombre en hebreo: Yeshúa , nos hace saber quién es: el Mesías, el salvador, como está escrito en el Evangelio de san Mateo. 1: 21: “…Y tendrá un hijo y lo llamarás Jesús: (“el Señor salva”).

¿CÓMO INTERPRETAR LA BIBLIA?

Primero que todo, sabiendo su significado: Es un conjunto de libros contenidos en dos partes: Antiguo y Nuevo Testamento, como señalamiento de la escritura judía y cristiana, respectivamente. JUDÍO: nombre descendiente del patriarca Judá y aplicado a quienes hacían parte de los miembros de esa tribu o agrupación. Más tarde se aplicó un sentido más extenso, señalando a los hebreos como judíos, al regresar de la esclavitud que tenían en Egipto; esto como una explicación muy superficial, mientras comienzas a tener más conocimiento, a medida que vayas avanzando. 

Ahora, CRISTIANISMO:  es una Doctrina teológica, no es un “lavado de cerebro”, que consiste en llevar a la persona por el Camino de la Verdad: San Jn. 14: 6 que ofrece Dios para obtener la Salvación, y así entrar a gozar de una ¡vida eterna!

GÉNESIS se traduce como el comienzo de todo cuanto existe: el universo, los bosques, el agua, los animales y el hombre. Durante mucho tiempo, los eruditos bíblicos han venido diciendo, que Dios fue quien le reveló a Moisés para que escribiera los primeros cinco libros: Génesis. Éxodo. Levítico. Números y Deuteronomio, los que en conjunto se les dio el nombre general de El Pentateuco; Jesús mismo ratifica lo anterior, cuando dice en el Evangelio de San Juan. 5: 46: “Si ustedes le creyeran a Moisés, me creerían a mí, porque él escribió acerca de mí”. 

Te escribo de esta manera porque en ti veo un corazón dispuesto y sensible a las cosas de Dios, por eso te comparto como lo estoy haciendo, en una forma muy superficial para que vayas teniendo una pequeña idea de la profundidad de la Verdad Absoluta de Dios, comparada con la “verdad relativa” del hombre natural. Entonces, dentro de todos los hogares existe una palabra que se llama hermanos, pero en cuanto a carne y sangre, pero ya hermano espiritual: se refiere a los hermanos en la fe: como creyentes y practicantes de la Palabra de Dios, que es la BIBLIA.

Tú bien debes saber, que PECADO es una omisión a la Ley, pero esta Ley es diferente a la Ley de Dios, por consiguiente, PECAR es salirse del camino de los Mandamientos divinos Éxodo 20: 3 y ss., donde desobedecer es apartarse de la senda del camino y llevar a la persona hacia un castigo, como dice la Biblia por medio del Profeta Nahúm. 1: 3 “El Señor es lento para la ira, y su poder es impresionante. El Señor no tiene por inocente al culpable”.

¿Sabes qué traduce la palabra EVANGELIO?: traduce buenas noticias, palabras de vida eterna y de salvación. Podría decirse, que hay un Evangelio Cuádruple, que lo conforman cuatro hombres santos: Mateo. Marcos. Lucas y Juan. El Apóstol San Pablo por eso dice en Gálatas. 1: 8: “Pero si aún nosotros, o un ángel del cielo, les comunica otro evangelio diferente del que les hemos anunciado, quede bajo maldición: (anatema).

Te preguntarás: ¿cuál es la raíz del PECADO?: no se originó de Dios, ¡ni más faltaba!, Él es infinitamente santo, porque es el único que es ¡Infalible! La tradición religiosa tiene el mal concepto, de que el pecado se originó de Adán y Eva, y resulta que no fue así. La raíz viene de la rebelión de un ángel llamado Lucifer o Luz-bell o el que porta luz. Este nombre hace referencia al planeta Venus, a quien los romanos identificaban a LUCIFER, que después del Sol, Venus tiene un resplandor muy hermoso; según la posición en que se halle, este planeta: (Venus) se puede observar por las mañanas o ya cayendo la tarde.  Es así que, en la primera pareja no se encuentra el origen del pecado, si no en el demonio o satanás o diablo, y que los otros ángeles que lo secundaron en la rebelión, se les llama ángeles caídos o demonios. Entonces, los primeros padres sometidos por satanás, se dejaron engañar de que serían como Dios: Gn. 3: 5. Es el mismo pecado que se registra en Gn. 11: 1-9 / Is. 14: 12-15  y en Ezequiel. 28: 1-19, tienes que leer estas citas bíblicas para comprender un poco mejor. Pero el aspecto más lleno de mala intención del pecado no habita en esa tendencia tan humana a la soberbia, sino en ese otro aspecto que se llama AMBICIÓN al poder y a la IDOLATRÍA; por lo que aquella primera pareja al creer en la oferta que les hiciera el demonio, en lugar de creerle a Dios,  incurrieron en DESOBEDIENCIA; por eso, actualmente satanás sigue manipulando el culto y los Mandamientos del SEÑOR, haciéndole creer a las personas, que el tener una imagen, una escultura o un retrato, sea de Jesús o de María o de algunos otros santos, pero santos muertos no es malo; pero resulta que Dios no necesita de esa clase de representaciones para que la gente lo adore únicamente a Él. Por eso, en el antiguo Egipto, los faraones mandaban construir esculturas en forma humana y en forma de animal, porque ellos necesitaban ver y poder tocar, contrario a lo que sucede con Dios, que no lo podemos ver ni tocar, porque es Espíritu.

Lee después lo que dice la Biblia en Éxodo. 20: 1 y ss. / Romanos. 3: 23. Ro. 6: 23. Ro. 5: 12-21 y 1ª de Corintios. 15: 21, 22, y como todo el género humano desciende de Adán y Eva, pues esa naturaleza del pecado se transmitió a toda su descendencia llenándola de malas costumbres, por lo que , la imagen Divina en el hombre se trastornó, de forma que se inclina al pecado , entre ellos a la ambición e idolatría, y esa actitud la rechaza Dios. El pecado de Adán produjo en la humanidad un doble castigo: “muerte” espiritual y muerte física. ¿Cuál es la consecuencia de pecar?: el sentimiento de culpa, que lo sintieron en carne propia Adán y Eva, que los llevó a ocultarse avergonzados y temerosos de Dios: Gn. 3: 7 y 8. Es lo que estamos viendo y oyendo por las noticias, y lo más patético, entre personas “ilustres”, que cuando se ven al descubierto de sus maldades, tratan de “cubrir” sus faltas para eludir su propia responsabilidad inculpando a otros y nadie quiere asumir su culpa, así como sucedió en aquel Jardín del Edén, lee después: Gen. 3: _ 1 y ss. Fue así como quedó rota la comunión con el Creador, y por eso la humanidad cada vez más se hunde en medio de enfrentamientos, discordias, matándose unos a otros; feminicidios, homicidios, homosexualismo, lesbianismo, pederastia, pedofilia… ¡corrupción total! ¿Qué es hipocresía?; bien dice el Señor Jesús en el Evangelio de San Mateo. 23: 13: “Hay de vosotros, escribas y fariseos:  hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues no entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando”.Todo lo anterior Dios lo vio venir, por eso puso en ejecución, por decirlo de alguna manera: Su Plan B : Rebajarse a la condición humana con el nombre de JESÚS o EMANUEL: “Dios con nosotros”, y es lo que se denomina la ENCARNACIÓN,  del latín: en caro, que traduce: en carne, o sea, asumió un cuerpo de carne , llamando a ese Cuerpo: el Hijo de Dios, y ese Cuerpo poseía dos Naturalezas: la Divina y la Humana, de ésta última fue Madre María, la verdadera, porque el hombre se dio a la tarea de inventar con la ayuda del diablo una cantidad de “vírgenes”, que en otra oportunidad te amplío más, y así tengas más conocimiento, porque estudio e investigo para dar evidencias.   Esta Doctrina del Verbo encarnado se registra en el Evangelio de San Juan. 1: 14: “Y aquel Verbo: (Logos= Palabra viva) fue hecho carne, y habitó entre nosotros…”. Los judíos creían que la Palabra de Dios era una misma cosa que Dios. ¿Por qué se dice que el Verbo?: porque es el Unigénito Hijo de Dios: Juan. 1: 18, lee por favor lo que dice en He. 1: 1,2. Sólo Jesucristo podía declarar con exactitud y profundidad la mente de Dios, porque sólo Él conoce a profundidad al Padre: Mateo. 11: 27: “Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar”: así me lo ha revelado. Porque también, en todo lo que hacía y decía, Jesús era “Dios manifestado en carne”: 1ª de Timoteo. 3: 16, la Palabra de Dios encarnada: Juan. 1: 14. Los Evangelistas, Apóstoles y muchas personas más, vieron a Jesús, pero no muchos creyeron en Él como el Mesías, como fue la incredulidad de Felipe, uno de los Apóstoles en un momento de debilidad espiritual: Juan. 14: 8 y 9., como también otro caso de incredulidad: cuando luego de Resucitar Jesucristo, en que Tomás, uno de los doce apóstoles, no creía: Juan. 20: 24, después leerás. Entonces, Jesús existe desde siempre y para toda la eternidad, por eso se dice en Juan. 1: 1: “En el principio era el Verbo: (la Palabra), y el Verbo era Dios”; esto nos confirma Su existencia eterna. El sabio Salomón: (el de la Biblia), inspirado por Dios, escribió en Prov. 8: 22: “Desde el principio, el Señor me poseía; desde Antes que empezara sus obras…”, continúa leyendo los otros versículos hasta el V. 31. El Verbo estaba con Dios: 1º.-  en cuanto a la identidad de Naturaleza, pues el Verbo era Dios. 2º.- en cuanto al acceso de los deseos del otro y de la felicidad, dándonos a entender que la Palabra estaba dirigida hacia el Padre en íntima comunión: Juan. 17: 5.  Por lo tanto, el camino de la reconciliación de Dios para con el género humano: (ambos sexos) fue planeada desde la eternidad por Dios.  Te animo, a que, con fe, creyendo, hagas la siguiente,

ORACIÓN:

Amado Padre Creador, gracias por darme la vida, la familia, el trabajo y demás cosas. Hoy leyendo esta carta me he dado cuenta que soy pecador (a.): ROM. 3: 10. Luego a solas, te declararé y confesaré uno por uno todos mis pecados, sea por “ignorancia”: (1ª. Co.7: 2) o por conocimiento, sean de palabra, por obra o por omisión. Señor Jesús, gracias por ir por mí a morir en una cruz, hoy te pido, que con tu preciosa y poderosa Sangre, me laves y purifiques de todas mis maldades, reconociéndote como mi Señor y Salvador Personal: (Rom. 10: 9,10), y te pido que quites de mí todo espíritu de maldición que haya traído por parte de Adán y Eva, y por mis padres y demás ancestros. Registra mi nombre en el libro de la vida eterna, y bórralo del libro de la condenación eterna. He orado en tu nombre Señor Jesús. AMÉN.