50 ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE ROJAS PINILLA
“El Supremo”, como lo conocían sus detractores, estaba con mala prensa, debido además a la creación de la “Sociedad Ganadera de Patiño”
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Por Hernán Alejandro Olano García
<Tatayo> Rojas Pinilla, también conocido por su apodo <Gurropín>, accedió entonces al poder con el lema “Por la Patria: Paz, Justicia y Libertad”. Rojas había nacido en Tunja el 12 de marzo de 1900 y falleció el 17 de enero de 1975. Se graduó de maestro de escuela superior en la Normal de Varones de Tunja. En 1917 recibió en el Colegio de Boyacá el título de Bachiller en Filosofía y Letras y luego ingresaría a la Escuela Militar de Cadetes. Fue delegado de Colombia al Supremo Comando de las Fuerzas Militares de las Naciones Unidas en Washington y recibiría en Estados Unidos el título de doctor en Ingeniería Civil en el Tri-State College, una universidad situada en la pequeña población de Angola, en el estado de Indiana. Fue ministro de comunicaciones del gobierno de Ospina Pérez y Subjefe del Estado Mayor de la Junta Interamericana de Defensa en los Estados Unidos.
Durante su administración, fue casi totalmente erradicada la violencia política en Colombia, se construyó el Ferrocarril del Magdalena, se creó la empresa Cementos Boyacá, el Banco Popular y la Planta Termoeléctrica de Paipa; se fortaleció Acerías Paz de Río; se establecieron las Residencias Universitarias Femeninas; se construyó el Club y el Hospital Militar y se trajeron desde Cuba a los técnicos para la instalación de la televisión nacional, que empezó sus transmisiones el 13 de junio de 1954, con un programa en remoto desde Tunja.
Se creó la Secretaría Nacional de Asistencia Social SENDAS, dirigida por la hija del presidente, María Eugenia, “La Capitana del Pueblo”. En beneficio de los sectores agrarios se fundó el Banco Ganadero, el fondo Nacional del Algodón y el Instituto Nacional de Fomento Tabacalero; se construyó el Aeropuerto El Dorado, se decretó puerto libre a San Andrés y para ello se construyó allí el aeropuerto Centenario y se reorganizó el Instituto Nacional de Abastecimientos INA, para la venta de artículos de consumo subvencionados por el Estado, que ya había sido establecido en la administración Ospina Pérez.
La administración Rojas creó la “Orden del 13 de junio”, para premiar los méritos de los nacionales; copia de dicha medalla se encuentra en el Museo Militar de Bogotá.
Con el transcurrir del tiempo, se generó descontento hacia el Gobierno y se vio comprometido por ciertos hechos narrados en diferentes libros, entre los cuales se pueden contar “la estricta censura de prensa y el incidente de la Plaza de Toros”, pues en Colombia “llenar plaza” es un sinónimo de éxito, no sólo en el caso de la lidia de reses, sino al escenario donde prueban su suerte “los caudillos en trance electoral, sometiéndose a la prueba de los vítores, chiflidos o aplausos y espacios vacíos”. Alberto Lleras había anunciado su regreso a Bogotá y que asistiría el siguiente domingo a la plaza de La Santamaría, presentándose un “mano a mano” de éste con María Eugenia Rojas, la Nena, hija consentida del presidente Rojas Pinilla, pues cuando Lleras hizo su aparición, “de la plaza repleta surgió una estruendosa ovación, que se contagió a la abigarrada multitud que desarrollaba actividades diversas en los contornos… Terminada la corrida, un tumulto alborozado se integró en manifestación improvisada que tomó la carrera séptima sin ser interferida por la Fuerza Pública. Pero no hay manifestación que perdure en una tarde dominical por una Bogotá vacía. Para el siguiente domingo, la Alcaldía adquirió 7.500 boletas que distribuyó a la Brigada y la Policía con instrucciones de los mandos respectivos para que se asistiese en traje de civil. La otra mitad la distribuyó la Alcaldía entre sus empleados y trabajadores del aseo. La Policía Militar relevó a la Nacional en la vigilancia interna y externa de la plaza”.
Como se sabe, las instrucciones buscaban neutralizar una segunda silbatina contra María Eugenia y su esposo, el senador Samuel Moreno Díaz, quienes, por órdenes de la autoridad deberían ser “vivados” al ubicarse en el Palco de Honor. La Policía Militar resolvió entonces golpear a los que no aclamasen al gobierno o hubieren visto participar de la silbatina. Aunque se habló de muchos muertos, en realidad sólo hubo uno que se cayó de la tribuna; lo que si hubo fue incontables heridos.
“El Supremo”, como lo conocían sus detractores, estaba con mala prensa, debido además a la creación de la “Sociedad Ganadera de Patiño”, integrada por la familia presidencial, lo cual hizo que muchos otros no le dieran trascendencia a mezclar su trabajo público con negocios particulares, un desafortunado episodio que ha tenido desenlace con muchas otras de las actividades condenadas por la justicia de dos de sus nietos.
En resumen, como lo dijera el político de izquierda Gerardo Molina en su obra Las ideas liberales en Colombia. De 1935 a la iniciativa del Frente Nacional: “Pocos hombres han llegado al poder rodeados de mayor respaldo que el general rojas Pinilla y pocos lo han abandonado en mayor soledad”.